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Trabajo constante en favor de la sociedad

Universidades como el ITESO y el Tec en Guadalajara, se esfuerzan porque el servicio social sea realmente útil para sus alumnos

GUADALAJARA, JALISCO (24/OCT/2011).- Además de la formación académica que brindan las universidades, éstas se esfuerzan por concientizar a sus alumnos a través del servicio social, actividad que se solicita por ley a cualquier egresado que desee obtener el título profesional. Son 480 horas las que los alumnos tienen que cubrir, las cuales son distribuidas dependiendo de la modalidad que maneje cada casa de estudios, ya sea de índole pública o privada.

En el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) este compromiso social se exhibe a través del área llamada Proyectos de Aplicación Profesional (PAP), mediante la cual el alumno desarrolla actividades en escenarios que requieren de apoyos específicos.

Carlos Ruiz Sahagún, coordinador del PAP, detalla que a través del servicio social “el alumno desarrolla y aplica sus habilidades, conocimientos y valores aprendidos a lo largo de la carrera, además de insertarse en algún proceso real de la sociedad, ya sea en instituciones, organizaciones, empresas y/o comunidades para que ejerciten, a partir de la lógica de un proyecto, una serie de aplicaciones para resolver problemas que se demandan en el presente inmediato”.

Con el modelo de trabajo del PAP, la universidad impulsa más de 100 proyectos relacionados a los derechos humanos, la cultura, atención psicológica y mental, así como asesorías legales, rezago educativo, innovación y cambio en comunidades escolares, desarrollo educativo e interculturalidad en comunidades indígenas, como sucede en la Sierra Huichola, donde por más de 15 años se han ejecutado diversos proyectos comunitarios, organizaciones civiles en zonas de pobreza, construcción de ciudadanía en zonas rurales, desarrollo sustentable y manejo de conflictos ambientales, además de publicidad social para organizaciones civiles, consultorías en diseño de producto e imagen y promoción a los micro y pequeños empresarios, entre otras acciones.

Trabajo constante en favor de la sociedad

Dentro de este catálogo de proyectos del PAP, el ITESO cuenta con tres macro ámbitos: Persona, ambiente y cultura; Ciudadanía, política y territorio, y Economía y Tecnología, que su vez se dividen en ocho distintos rubros: que incluyen Calidad de vida y desarrollo humano; Calidad ecológica y aprovechamiento social sustentable de los recursos ambientales; Innovación de la comunicación y del diseño; Organización ciudadana; Interculturalidad y desarrollo local; Interacción, Gobierno, sociedad y mundo; Ámbito de la ciudad; Generación sustentable de riqueza y empleo y el Desarrollo tecnológico para el bienestar social sustentable.

En estos campos, el futuro profesionista es “supervisado por profesores que lo guían en el aprendizaje, y asesores en las cuestiones técnicas de ciertas aplicaciones; al mismo tiempo se integra en sesiones donde comparten los resultados y aprendizajes; además de realizar una evaluación pública con el resultado de estas intervenciones”, explica el coordinador del PAP.

Carlos Ruiz Sahagún añade que  “el servicio social representa el adelantar la inserción del alumno en una situación real, para que él pueda darse cuenta de las habilidades y conocimientos que ha ido recogiendo en su formación académica, pueda valorar la utilidad y pertinencia social de sus conocimientos, y al mismo tiempo se dé cuenta de hasta donde ha llegado y qué retos le representa para el futuro inmediato”.

Para cada periodo del servicio social, el ITESO contabiliza a 950 alumnos activos en las distintas asignaciones, mismos que al término de sus horas realizan un documentación en la que incluyen “una reflexión ético valoral para saber lo qué significó la experiencia del servicio a los demás, así como las posibilidades de aportación en un futuro”.

Hacia el desarrollo de competencias

Desde 2005, el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (Tec) decidió enfocar el servicio social al desarrollo de competencias éticas y ciudadanas como parte de su modelo educativo, para ser  generar un impacto netamente social.

Violeta Sandoval Chapa, directora de Formación Social del Tecnológico de Monterrey, Campus Guadalajara, detalla que el principal objetivo en la ejecución de esta actividad es “contribuir al desarrollo de competencias ciudadanas que están definidas en el modelo del Tec (…) desarrollar conocimientos de ciudadanía, promover el pensamiento crítico, así como la generación de una actitud solidaria en los proyectos que se realizan para la comunidad”.

En esta casa de estudios el servicio social tiene dos vertientes: el ciudadano y el profesional. En el primer ámbito, el alumno puede iniciar su labor desde tercer semestre para establecer contacto con organizaciones de la sociedad civil y/o en comunidades que conlleven una problemática.

“A la vez de que practican en las competencias ciudadanas, conocen y son sensibles a la problemática en cuestión para que actúen con solidaridad y responsabilidad ciudadana en la mejora de la comunidad”, advierte Sandoval Chapa.

En esta modalidad, el alumno se enfoca en la aplicación de conocimientos, proyectos de fortalecimiento institucional que apoyen directamente a la administración y gestión, así como en el desarrollo de algún software con fines educativos, investigaciones e intervención en comunidades rurales o urbanas con acciones de emprendimiento, por nombrar algunas actividades realizadas por los aproximadamente mil alumnos de cada periodo, quienes tienen la opción de ser asignarse en un área relacionada a su carrera y vocación profesional.

Por su parte, el rubro de servicio social profesional está más focalizado hacia el desarrollo de empresas, que de preferencia sean pequeñas “aquí, por lo general realizan estrategias, propuestas de innovación”, mismas que están ligadas a la licenciatura del alumno.

En el aspecto comunitario, el Tec se liga con intervenciones en organizaciones no gubernamentales, como Mi Gran Esperanza, Mamá AC, Children International, Mayama, Mesón de la Misericordia, Vías de Vida, Fundación Hace, la Escuela para niñas Ciegas, Asociación Femenina pro México, Colectivo Ollín, Fundación Santa María Tepeyac, CODENI, A leer: IBBY, Trompo Mágico, Museo de Arte de Zapopan; trabajo en comunidades indígenas en el Norte de Jalisco; comunidades rurales próximas de la ZMG; incubadoras sociales, siendo maestros y asesores en diversos centros DIF de la ciudad.

Por supuesto que también hay la posibilidad de que un estudiantes, como muchos otros en diversas generaciones y universidades ya lo han vivido, sea asignado a un determinado centro laboral en el que su actividad no esté relacionada con su carrera; sin embargo, las autoridades universitarias intentan evitar este tipo de casos en la medida de lo posible.

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