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Trámites de egreso, el último paso
Quienes terminan una carrera del nivel licenciatura, deben asegurarse de contar con todos sus papeles en orden
GUADALAJARA, JALISCO (27/JUN/2011).- No hay mayor emoción para un estudiante que el momento de su graduación. Cuando después de tres, cuatro o cinco años dedicados al estudio de la licenciatura, por fin los deberes escolares se terminan, los libros y cuadernos se cierran por completo y el despertador deja de sonar temprano en las mañanas.
La toga lucirá impecable y el birrete saldrá volando en cuanto se dé por concluido el clásico acto académico. El ya ex alumno probablemente piensa que no volverá a pisar las instalaciones en donde se formó académicamente, pues ahora lo único que sigue es buscar un empleo donde pueda ejercer su profesión. Sin embargo, en algunas ocasiones, no es así. Es necesario regresar a la escuela y no por gusto, sino por trámites que quedaron inconclusos o con errores debido a que no se atendieron desde el ingreso, o simplemente porque faltó información o un poco de atención al momento de escribir algo.
Prácticamente volver a la escuela se convierte en “un infierno de lento consumo” (a menos que sea para continuar con una maestría u otro tipo de estudios), así lo describe Angélica Hernández, una “feliz pasante” de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Guadalajara Lamar.
Para recibir la carta oficial que la define como egresada y candidata a la titulación profesional –otorgada por la universidad– se enfrentó con un “pequeño problema”: al momento de legalizar su certificado de preparatoria (que obligatoriamente se requiere para realizar la documentación al término de la carrera), la Unidad de Control Documental de la Universidad de Guadalajara (UdeG) le rechazó el documento a causa de un “error de dedo o atención”, un error que hace ya casi cuatro años cometió la Secretaría Académica de la Preparatoria No. 2, de la misma UdeG, y que ahora sería motivo de retraso en su trámite de egreso, así como de unas cuantas idas y venidas entre oficinas y ex escuelas.
En 2008 Angélica concluyó y aprobó satisfactoriamente los estudios en la preparatoria mencionada, y recibió el certificado de la misma. Sin saber que éste tendría que ser legalizado por la UdeG, ingresó a la universidad donde tampoco hicieron de su conocimiento que el documento debía ser sellado, ni mucho menos que tenía que pagar la cantidad de 137 pesos por ello.
A escasas semanas de terminar la carrera, la universidad (Guadalajara Lamar) le informó que debía presentar el “certificado legalizado”, por lo que recogió el documento en la misma y acudió a las oficinas administrativas de la UdeG; fue hasta entonces cuando se dio cuenta que la Secretaría Académica de la preparatoria cometió un error con un dato que parecía muy simple: su calificación total fue de 85.07 de una escala de 100, pero en el documento se redactó por error “OCHENTA Y CINCO PUNTO SIETE”, cuando debió ser “OCHENTA Y CINCO PUNTO CERO SIETE”.
La palabra “cero” cambió todo y se convirtió en el motivo de “un ir y venir de la universidad a la preparatoria, luego a las oficinas del Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la UdeG, otra vez a la preparatoria, nuevamente a las oficinas de la UdeG, al banco, a la papelería para sacar copias fotostáticas y por último, otra vez a la universidad”, relata Angélica.
La situación es que, en 2008, la Preparatoria No. 2 demostró que no existe una revisión a los documentos que expide a los estudiantes egresados, y que éstos tampoco tienen el cuidado de hacerlo; además Angélica no tuvo la información oportuna sobre este trámite, la legalización, y por ende no contó con el tiempo necesario para remediar el error antes de concluir la licenciatura. El proceso para solucionar el problema duró cerca de tres meses. Debido a esto se entorpeció el primer paso para recibir la carta que la distingue como una alumna egresada y la pone en el camino del siguiente proceso: la titulación.
Lo que vivió Angélica no es un caso aislado, probablemente en cualquier carrera de casi todas las universidades se vive algo similar. Muchas veces es la consecuencia de la falta de información que se genera por dos cosas: porque la institución educativa no da un aviso detallado del papeleo y los pasos a seguir, y porque simplemente el alumno no se acerca a preguntar.
¡Qué no te pase!
Prepara la documentación
El contratiempo más común en la Universidad Cuauhtémoc Guadalajara, detalla Yazmín Bravo Hernández, coordinadora de Control Escolar, es precisamente cuando los alumnos omiten la legalización del certificado, aunque esto no es muy recurrente ya que siempre se les informa sobre el trámite. “De manera general el proceso no es complicado, tampoco es lento pero de repente hay factores que causan algún retraso".
“A excepción de algunos que vienen de la Secretaría de Educación Pública”, la mayoría de los certificados “comenzando por aquellos que fueron expedidos por preparatorias de la UdeG o bien por instituciones incorporadas a esta casa de estudios”, deberán pasar por el proceso de legalización para que las universidades puedan tomarlos como válidos y llevar a cabo todo el papeleo necesario.
Así que si éste es tu caso, prevé situaciones que puedan entorpecer el proceso de egreso y, con anticipación, pregunta en tu universidad cuáles son los pasos a seguir y con cuánto tiempo dispones para realizarlos antes de terminar la licenciatura.
En un afán por evitar ese penoso peregrinar, instituciones como la Universidad Cuauhtémoc y la Universidad del Valle de Atemajac (Univa) solicitan al alumno a manera de trámite de ingreso o bien, durante el primer ciclo escolar, los documentos pertinentes. Esto con la finalidad de llevar a cabo la validación de los mismos y en caso de que presenten algún error, la institución informa al estudiante sobre las irregularidades encontradas, así como la manera de dar solución a éstas.
De este modo todos los alumnos, salvo alguna aislada excepción, cumplirán con el mínimo de los requisitos al momento de graduarse, y por ende evitarán los retrasos en el proceso de titulación.
Los requisitos más comunes
En la mayoría de las universidades, la documentación requerida para dar inicio al trámite de egreso o titulación, son más o menos los mismos. Algunas piden todo esto cuando el interesado es apenas un aspirante para ingresar, otras más las recaban a lo largo de la carrera o cuando ésta finaliza.
Certificado de preparatoria legalizado
Certificado de secundaria
Acta de nacimiento original
Copia de CURP
Fotografías
OTROS
Donación a la biblioteca de la institución
No presentar adeudos económicos
No tener materias pendientes
Haber terminado el servicio social y las prácticas profesionales
La toga lucirá impecable y el birrete saldrá volando en cuanto se dé por concluido el clásico acto académico. El ya ex alumno probablemente piensa que no volverá a pisar las instalaciones en donde se formó académicamente, pues ahora lo único que sigue es buscar un empleo donde pueda ejercer su profesión. Sin embargo, en algunas ocasiones, no es así. Es necesario regresar a la escuela y no por gusto, sino por trámites que quedaron inconclusos o con errores debido a que no se atendieron desde el ingreso, o simplemente porque faltó información o un poco de atención al momento de escribir algo.
Prácticamente volver a la escuela se convierte en “un infierno de lento consumo” (a menos que sea para continuar con una maestría u otro tipo de estudios), así lo describe Angélica Hernández, una “feliz pasante” de la licenciatura de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Guadalajara Lamar.
Para recibir la carta oficial que la define como egresada y candidata a la titulación profesional –otorgada por la universidad– se enfrentó con un “pequeño problema”: al momento de legalizar su certificado de preparatoria (que obligatoriamente se requiere para realizar la documentación al término de la carrera), la Unidad de Control Documental de la Universidad de Guadalajara (UdeG) le rechazó el documento a causa de un “error de dedo o atención”, un error que hace ya casi cuatro años cometió la Secretaría Académica de la Preparatoria No. 2, de la misma UdeG, y que ahora sería motivo de retraso en su trámite de egreso, así como de unas cuantas idas y venidas entre oficinas y ex escuelas.
En 2008 Angélica concluyó y aprobó satisfactoriamente los estudios en la preparatoria mencionada, y recibió el certificado de la misma. Sin saber que éste tendría que ser legalizado por la UdeG, ingresó a la universidad donde tampoco hicieron de su conocimiento que el documento debía ser sellado, ni mucho menos que tenía que pagar la cantidad de 137 pesos por ello.
A escasas semanas de terminar la carrera, la universidad (Guadalajara Lamar) le informó que debía presentar el “certificado legalizado”, por lo que recogió el documento en la misma y acudió a las oficinas administrativas de la UdeG; fue hasta entonces cuando se dio cuenta que la Secretaría Académica de la preparatoria cometió un error con un dato que parecía muy simple: su calificación total fue de 85.07 de una escala de 100, pero en el documento se redactó por error “OCHENTA Y CINCO PUNTO SIETE”, cuando debió ser “OCHENTA Y CINCO PUNTO CERO SIETE”.
La palabra “cero” cambió todo y se convirtió en el motivo de “un ir y venir de la universidad a la preparatoria, luego a las oficinas del Sistema de Educación Media Superior (SEMS) de la UdeG, otra vez a la preparatoria, nuevamente a las oficinas de la UdeG, al banco, a la papelería para sacar copias fotostáticas y por último, otra vez a la universidad”, relata Angélica.
La situación es que, en 2008, la Preparatoria No. 2 demostró que no existe una revisión a los documentos que expide a los estudiantes egresados, y que éstos tampoco tienen el cuidado de hacerlo; además Angélica no tuvo la información oportuna sobre este trámite, la legalización, y por ende no contó con el tiempo necesario para remediar el error antes de concluir la licenciatura. El proceso para solucionar el problema duró cerca de tres meses. Debido a esto se entorpeció el primer paso para recibir la carta que la distingue como una alumna egresada y la pone en el camino del siguiente proceso: la titulación.
Lo que vivió Angélica no es un caso aislado, probablemente en cualquier carrera de casi todas las universidades se vive algo similar. Muchas veces es la consecuencia de la falta de información que se genera por dos cosas: porque la institución educativa no da un aviso detallado del papeleo y los pasos a seguir, y porque simplemente el alumno no se acerca a preguntar.
¡Qué no te pase!
Prepara la documentación
El contratiempo más común en la Universidad Cuauhtémoc Guadalajara, detalla Yazmín Bravo Hernández, coordinadora de Control Escolar, es precisamente cuando los alumnos omiten la legalización del certificado, aunque esto no es muy recurrente ya que siempre se les informa sobre el trámite. “De manera general el proceso no es complicado, tampoco es lento pero de repente hay factores que causan algún retraso".
“A excepción de algunos que vienen de la Secretaría de Educación Pública”, la mayoría de los certificados “comenzando por aquellos que fueron expedidos por preparatorias de la UdeG o bien por instituciones incorporadas a esta casa de estudios”, deberán pasar por el proceso de legalización para que las universidades puedan tomarlos como válidos y llevar a cabo todo el papeleo necesario.
Así que si éste es tu caso, prevé situaciones que puedan entorpecer el proceso de egreso y, con anticipación, pregunta en tu universidad cuáles son los pasos a seguir y con cuánto tiempo dispones para realizarlos antes de terminar la licenciatura.
En un afán por evitar ese penoso peregrinar, instituciones como la Universidad Cuauhtémoc y la Universidad del Valle de Atemajac (Univa) solicitan al alumno a manera de trámite de ingreso o bien, durante el primer ciclo escolar, los documentos pertinentes. Esto con la finalidad de llevar a cabo la validación de los mismos y en caso de que presenten algún error, la institución informa al estudiante sobre las irregularidades encontradas, así como la manera de dar solución a éstas.
De este modo todos los alumnos, salvo alguna aislada excepción, cumplirán con el mínimo de los requisitos al momento de graduarse, y por ende evitarán los retrasos en el proceso de titulación.
Los requisitos más comunes
En la mayoría de las universidades, la documentación requerida para dar inicio al trámite de egreso o titulación, son más o menos los mismos. Algunas piden todo esto cuando el interesado es apenas un aspirante para ingresar, otras más las recaban a lo largo de la carrera o cuando ésta finaliza.
Certificado de preparatoria legalizado
Certificado de secundaria
Acta de nacimiento original
Copia de CURP
Fotografías
OTROS
Donación a la biblioteca de la institución
No presentar adeudos económicos
No tener materias pendientes
Haber terminado el servicio social y las prácticas profesionales